La madre de la joven Jael Monserrat quien desapareció el 24 de julio de 2020 en la colonia Apatlaco, alcaldía Iztapalapa, regresó al Ajusco para continuar la búsqueda de los restos de su hija.
La historia de Jael Monserrat es un desgarrador testimonio de dolor, resiliencia y la incansable lucha de una madre por encontrar la verdad, siendo uno más de los casos de desaparición que aquejan al país.
Los restos de Jael fueron parcialmente localizados en la zona del Ajusco, en Tlalpan, y fue el 21 de enero, que la Fiscalía confirmó mediante estudios periciales y forenses que los restos encontrados corresponden definitivamente a la joven de 21 años.
La fundadora del colectivo Una Luz en el Camino dio a conocer que los cinco restos y fragmentos que hallaron durante la Cuarta Brigada Regional en Llano del Vidrio, Ajusco, coincidieron en un 99.9 % con el perfil genético de su hija, según el análisis que hizo la Fiscalía capitalina.
En cuanto obtuvo el resultado, Palmeros pidió el apoyo de sus compañeras y autoridades para poder regresar Ajusco, un área catalogada como zona roja encabezando una jornada de búsqueda exhaustiva con la determinación de para encontrar más fragmentos de Monse y llevarla a su casa.
“Monse, ¡venimos por ti! ¡Te amamos, nos vamos a casa!”, gritó Jacqueline Palmeros desde el sitio del Ajusco, Ciudad de México, donde encontró los primeros restos de su hija, Jael Monserrat, a finales de noviembre.
La búsqueda, realizada el 27 de enero de 2025, involucró a una comisión multidisciplinaria que incluyó colectivos de búsqueda, personal de la Comisión Nacional de Búsqueda, bomberos, policías, peritos y autoridades de diferentes instituciones. Aunque en esta jornada no se encontraron nuevos restos humanos, se recuperaron diversos indicios como prendas y elementos balísticos.

Luego de casi cinco horas de búsqueda este lunes, se confirmó que hasta el momento no se encontraron restos humanos que pudieran corresponder a la joven, pero la búsqueda se retomará mañana 28 y el miércoles 29.
“En este caso, no hay en esa área otros restos de Monse, el trabajo es extenuante como lo vivimos todos. Vamos a seguir buscando en las áreas laterales hasta descartar todo este perímetro. Los hallazgos de hoy han sido todos en restos de animal, de fauna, algunas prendas, ninguna correspondiente a las prendas que llevaba Monse (…) se localizaron 10 indicios balísticos, calibre nueve milímetros de arma corta y que también se van a procesar por parte de la Fiscalía (…) Fiscalía solo encontró un fragmento balístico en la zona cero, los demás salieron de las dos líneas de prospección de las cribas en su mayoría”, informó Yadira, de planeación y logística del colectivo Brigada Nacional de Búsqueda Eje de Campo, quien ha dado acompañamiento a Jaqueline, mamá de Jael Monserrat.
El testimonio de Jaqueline revela las múltiples fallas sistemáticas en la investigación inicial: protocolos no activados, evidencia extraviada, videos perdidos y una investigación caracterizada por la omisión y la negligencia. “Al principio me dijeron que mi hija estaba de fiesta”, declaró, “y tal vez la asesinaron desde el primer día que desapareció”.
Recordó que hoy tiene “la certeza de que mi hija ya está en un lugar mejor y está descansando, pero cualquier madre o padre que ame a sus hijos verdaderamente va a querer llevar a casa hasta la última falange, el último diente. Por es que pedí que nos reuniéramos hoy para continuar con las acciones de búsqueda y les estoy infinitamente agradecida, como Monse seguramente lo va a estar”.
En esta búsqueda, Jaqueline expresó sentirse con “muchos sentimientos encontrados porque la realidad es que el trabajo que le correspondería a las autoridades, siempre lo terminamos haciendo” y “eso es inhumano”, la búsqueda continúa y sigue siendo un proceso doloroso pero necesario.
Entre los acuerdos, se señaló que se trabajará en todo lo necesario para que se inicie una nueva búsqueda lo más pronto posible, por lo que se llevarán a cabo los preparativos necesarios para concretar dichas labores.
También se estableció el compromiso para lograr un trabajo conjunto con familiares de la víctima, la Fiscalía, la Comisión de Búsqueda local y las instituciones participantes en la investigación, además de que se realizarán nuevos análisis periciales para fortalecer la indagatoria.
Se acordó que una vez agotada la búsqueda, se lleve a cabo una entrega digna de los restos humanos localizados, además de que personal de la Coordinación General de Atención a Víctimas otorgará todo el apoyo psicológico que sea necesario.
“No pierdo la fe ni la esperanza, todavía nos quedan dos días”: es el cierre que da Palmeros sobre la primera jornada de trabajo en el Ajusco. “Es una búsqueda que lleva tiempo, y si no la hacemos exhaustiva, digo, tal vez con posterioridad lo podemos hacer, pero la idea es que en estos tres días lo podamos encontrar”, señala.





