En la ciudad de Changsha, China, una tienda de snacks y chucherías está llamando la atención: se trata de Lingshi Henmang que ofrece versiones de gran tamaño de productos populares como ramen, galletas y papas fritas, lo que atrae tanto a turistas como a locales curiosos por vivir esta experiencia literalmente «gigante».
Entre los artículos más destacados están las galletas Oreo, que contienen múltiples paquetes pequeños en su interior, y las chucherías picantes, cuyo tamaño inusual sorprende a los compradores.
Este concepto, que combina diversión con funcionalidad, se vuelve cada vez más popular desde la apertura de su primera sucursal en enero.
La tienda busca posicionarse como una opción accesible al ofrecer precios más bajos que la competencia y fomentar la compra al por mayor.
Según representantes de la empresa, la idea es atraer a los clientes mediante un ambiente que evoca recuerdos de la infancia, haciendo que la visita sea «más que una simple compra».
El éxito de la propuesta llevó a la apertura de una segunda tienda en marzo.
Las largas filas, que pueden durar varias horas, reflejan el interés generado por este modelo de negocio. Los clientes no solo buscan adquirir productos, sino también formar parte de una experiencia compartida que combina nostalgia con novedad.
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