El primero de los ocho conciertos que Bad Bunny ofrecerá en la Ciudad de México quedó marcado por una mezcla de energía, cercanía con el público y un montaje que fusiona lo caribeño con un espectáculo de gran formato. La noche de este miércoles, el Estadio GNP reunió a unas 65 mil personas para presenciar el inicio de la etapa capitalina del DeBÍ TiRAR MÁS FOToS World Tour.
La gira incorpora un elemento distintivo: La Casita, un segundo escenario instalado en la zona General B. Diseñado para evocar una casa típica de Puerto Rico, el espacio funciona como un punto de conexión sensorial con las raíces del artista. Ahí, Bad Bunny interactuó con fans, recibió regalos —entre ellos una máscara del luchador Místico— y compartió momentos más íntimos del espectáculo.
A las 21:18 horas, vestido con traje formal, camisa blanca y lentes, el cantante apareció en el escenario principal para arrancar el acto inicial del concierto. Desde sus primeras palabras subrayó la importancia del público mexicano en su carrera:
“Son muchos años viniendo a México y recibiendo cariño… gracias a quienes creyeron en mí desde antes de que el mundo lo hiciera”.
También reveló que la capital fue elegida como cierre de su calendario anual:
“Tenía que terminar el año en México. Primera de ocho noches, quiero que pongan la vara alta”.
Momentos virales: resbalón y humor
Uno de los episodios más comentados ocurrió en La Casita, cuando el artista resbaló mientras bajaba una escalera. Tras la caída, se quedó sentado unos segundos para disimular y continuó cantando sin perder el ritmo, incluso trepando después al techo del escenario secundario.
El concierto incluyó distintas dinámicas, como la pista abierta del segmento “Baile Inolvidable”, donde varias parejas bailaron frente al público.
En “WELTiTA”, el puertorriqueño compartió escenario con Chuwi, uno de sus teloneros.
También dedicó un momento especial a Rafael Ithier, recientemente fallecido, previo a interpretar “NUEVAYoL”.
Entre cambios de vestuario, un video grabado en el Zócalo presentó a Concho, un sapo puertorriqueño en peligro de extinción que forma parte del concepto visual de la gira.
El público respondió con entusiasmo a temas como “Callaíta”, “Efecto”, “Chambea” —presentada como sorpresa— y fragmentos de “Pitorro de Coco”, donde el cantante aprovechó para desear Feliz Navidad y Año Nuevo.
Los ocho conciertos que Bad Bunny ofrecerá en el Estadio GNP reúnen a más de medio millón de asistentes en total y marcan una de las residencias musicales más grandes de la ciudad. Su primera noche dejó claro el tono del resto de las presentaciones: energía, cercanía y un claro homenaje a su isla.





