La temporada decembrina comenzó oficialmente en la Ciudad de México con el corte simbólico del primer árbol de Navidad, realizado en el Rancho Las Palomas, en Tlalpan. El evento marcó el arranque de la venta de árboles naturales provenientes del suelo de conservación, una zona clave para la recarga de los mantos acuíferos que abastecen a gran parte de la capital.
En representación de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, la secretaria de Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza, destacó que la administración capitalina mantiene un compromiso “absoluto” con la protección del suelo de conservación y con la erradicación de la tala ilegal.
Las autoridades presentaron una serie de apoyos dirigidos a productores locales, entre ellos acompañamiento técnico, registro ante Conafor, maquinaria para la elaboración de composta y un cintillo de certificación que garantiza que los árboles fueron cultivados de manera legal y sustentable.
Humberto Adán Peña Fuentes, titular de la Corenadr, explicó que más de 40 productores se dedican al cultivo de árboles navideños durante todo el año, actividad que no solo beneficia la economía rural, sino que también contribuye al equilibrio ambiental. La meta, aseguró, es incrementar la producción hasta en un 50 % antes del cierre de la actual administración.
Las autoridades llamaron a la ciudadanía a optar por árboles naturales certificados y evitar los ejemplares sintéticos, que suelen terminar en tiraderos clandestinos y representan un mayor impacto ambiental.
Con estas acciones, el gobierno capitalino busca fortalecer la economía local, promover la producción forestal sustentable y garantizar la conservación de los bosques que representan una fuente vital de agua y biodiversidad para la ciudad.





