Los desarrollos han devastado la temperatura general de la capital, ya que, la ciudad está 0.5ºC arriba del promedio histórico.

Alertan por árboles enfermos

Alertan por árboles enfermos, así lo señala el especialista egresado de ingeniería forestal en la Universidad de Kyoto, en Japón, Alejandro Pérez Tamayo.

Quien tiene una larga experiencia en el análisis de la vida verde de la Ciudad de México, aseguró que el problema de los árboles enfermos en la capital del país no es nuevo y se ha extendido con una letalidad similar a la pandemia de covid-19.

“Hay una dimensión particularmente política, que es más bien una cuestión de voluntades”, indicó en entrevista con National Geografic en Español. Dijo que, según su experiencia, se empezaron a percibir cambios importantes en la vida verde de la Ciudad de México desde hace 12 años.

Junto a su equipo Pérez Tamayo, han comenzado a realizar procesos de investigación ‘autónomos’, en colaboración con el Colegio de Posgraduados, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Y se han dado cuenta de que las alteraciones en los árboles de la Ciudad de México eran más bien dramáticas.

“Sucedió en abril. Después de 100 años de atestiguar los cambios sobre Paseo de la Reforma, una de las arterias principales de la Ciudad de México, la icónica palma canaria en la glorieta fue retirada. En un estado de salud delicado, según dijeron las autoridades capitalinas, tendría que ser trasladada a un vivero”, indicó la publicación en referencia a la palma que fue sustituida por un ahuehuete que también parece enfermo.

Las más graves de ellas se registraron en la zona poniente de la ciudad. Entre desarrollos urbanos de élite, condominios para un sector con alto poder adquisitivo y torres para centros comerciales, se ha perdido gran parte del bosque nativo que había existido ahí por milenios:

“Toda esa zona se llamaba ‘zona de suelo de conservación’. Servía como una barrera de contención de plagas como un espacio para la primera retención hídrica y para contener deslaves, así como para conservar los mantos acuíferos que todavía existen”, explicó Pérez Tamayo.

Según explica a su experiencia los desarrollos han devastado la temperatura general de la capital, ya que, la ciudad está 0.5ºC arriba del promedio histórico.

Debido a la pérdida de las áreas boscosas en favor de la urbanización desmedida, que durante milenios mantuvieron estos niveles de calor a raya.

Por ello, insectos barrenadores, muérdago, fitoplasmas y otras plagas han atacado a los árboles de la Ciudad de México. Las contaminaciones por hongos siempre han existido, reconoce el especialista.

“Estas no se desarrollan hasta que el árbol entra en estrés». El calor creciente de la capital ha propulsado que diversas especies vegetales caigan en este estado, y empiecen a pudrirse desde dentro”, indicó.

 

 

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