En la reciente cumbre de los BRICS, celebrada en Kazán, Rusia, el presidente Vladimir Putin aprovechó el encuentro para impulsar el uso de monedas nacionales en las transacciones comerciales entre los países miembros del bloque. Esta estrategia pretende competir con el dólar y fortalecer las economías de los países emergentes que conforman el grupo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Putin inició sus reuniones diplomáticas con un encuentro con Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, reiterando su interés en aumentar los pagos en monedas locales. Según el mandatario ruso, el crecimiento económico de los BRICS dependerá cada vez menos de influencias externas, lo que contribuiría a la creación de plataformas financieras independientes de las sanciones y presiones occidentales.
Además, Putin mantuvo reuniones con los líderes de China, India y Sudáfrica. Con Xi Jinping, presidente chino, reafirmó los lazos bilaterales en un momento que ambos describen como «caótico» a nivel mundial. Mientras tanto, con Narendra Modi, primer ministro de India, destacó las relaciones diplomáticas y comerciales, señalando que el intercambio entre ambos países sigue siendo sólido.
El presidente ruso también buscó reforzar alianzas estratégicas con otros países durante el evento, incluyendo reuniones con Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, y Abdel Fatah al Sisi, de Egipto. En el marco de la cumbre, Rusia intenta demostrar el fracaso de la política de aislamiento implementada por Occidente tras la invasión a Ucrania.
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