El Parlamento venezolano, dominado por el oficialismo, ha decidido dar un paso significativo en sus tensiones diplomáticas con España. En una sesión celebrada este martes, la Asamblea Nacional aprobó un acuerdo en el que insta al presidente Nicolás Maduro a romper de manera inmediata las relaciones diplomáticas, comerciales y consulares con el Gobierno español. La medida responde a lo que Caracas califica como violaciones sistemáticas a su soberanía y autodeterminación.
Acusaciones de intervención extranjera
Durante la sesión, el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, fue tajante en su discurso al señalar que Venezuela ha sido paciente ante lo que consideran intervenciones extranjeras en sus asuntos internos, pero que esa paciencia «se ha agotado». Rodríguez argumentó que, desde el inicio de la Revolución Bolivariana con el fallecido Hugo Chávez, el gobierno venezolano ha mantenido un firme compromiso con el respeto al derecho internacional y los principios de no intervención en los asuntos de otros países.
«Si algo ha caracterizado el desenvolvimiento de la Revolución Bolivariana es la paciencia y el respeto a los postulados del derecho internacional. Sin embargo, hemos llegado al límite. La paciencia se agota», advirtió Rodríguez, al tiempo que enfatizaba las constantes acciones que, según su percepción, buscan socavar la soberanía venezolana.
Críticas a la postura de España
El diputado socialista también destacó que la actitud de España se debe a una especie de resentimiento histórico, señalando que «un sector de la política española» no ha superado el hecho de que el ejército libertador, liderado por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, logró hace más de 200 años la independencia de Venezuela de la corona española.
Rodríguez fue más allá al acusar a España de convertirse en un «refugio de delincuentes, golpistas, racistas, fascistas y asesinos», refiriéndose a la negativa del gobierno español de extraditar a ciertos individuos que, según Venezuela, deberían ser juzgados en su territorio. Este comentario hace alusión directa a figuras opositoras que residen en España y a quienes el régimen de Maduro acusa de delitos relacionados con intentos de desestabilización.
Respuesta a la propuesta del Congreso español
Uno de los puntos más álgidos del discurso de Rodríguez fue su respuesta a la reciente aprobación en el Congreso de los Diputados de España de una proposición no vinculante, en la que se insta al gobierno de Pedro Sánchez a reconocer al excandidato Edmundo González Urrutia como «presidente electo» de Venezuela, una elección que no ha sido reconocida oficialmente por las autoridades venezolanas.
En tono irónico, Rodríguez sugirió que, si Venezuela adoptara la misma actitud, podría exigir la abolición de la monarquía española. «Propongo que esta Asamblea exhorte al gobierno español a abolir la monarquía de los Borbones, que solo ha traído corrupción y desmadre, una institución anacrónica y absurda», comentó, provocando risas entre sus colegas parlamentarios.
Críticas a la transición española y la independencia de Cataluña
Rodríguez no se limitó a criticar el presente, sino que también aludió al pasado de España, concretamente a la transición política posterior a la dictadura de Francisco Franco. En su discurso, sugirió que se debería enjuiciar a aquellos funcionarios que participaron en torturas y asesinatos durante esa época, actos que, según él, quedaron impunes gracias a la transición. Incluso fue más lejos al plantear, de manera hipotética, que la Asamblea Nacional venezolana podría aprobar un acuerdo que declare la independencia de Cataluña y el País Vasco.
Ataques a Josep Borrell y la Unión Europea
El presidente del Parlamento venezolano dedicó también duras palabras al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, a quien calificó como «imbécil» por sus críticas constantes hacia el gobierno de Maduro. Rodríguez aseguró que Borrell se cree con el derecho de dictar lecciones a Venezuela, pero advirtió que este no es el momento adecuado para intentar hacerlo. Recordó que este año se conmemoran dos batallas fundamentales en la independencia latinoamericana, Junín y Ayacucho, y recalcó que esos triunfos supusieron la expulsión definitiva de las fuerzas coloniales españolas de la región.
«Borrell, te gusta insultarnos cada vez que te apetece, pero no tienes derecho a meterte en los asuntos de Venezuela. Ni tú, ni la Unión Europea, ni el gobierno español pueden interferir en nuestra soberanía», sentenció Rodríguez.
Señalamientos graves contra el Estado español
El discurso de Rodríguez también incluyó acusaciones serias sobre la presunta implicación del Estado español en actos de conspiración contra el gobierno venezolano. Según afirmó, en los teléfonos de dos ciudadanos españoles detenidos recientemente por las autoridades venezolanas se encontraron pruebas de su participación en planes para cometer asesinatos y sabotear infraestructuras clave del país, como el sistema eléctrico y las instalaciones petroleras.
Rodríguez insinuó la posible complicidad entre la inteligencia española y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para generar inestabilidad en Venezuela, sembrando dudas sobre las verdaderas intenciones detrás de las críticas internacionales hacia el gobierno de Maduro.
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