La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo recibió el Bastón de Mando de los pueblos indígenas y afromexicanos en una una ceremonia simbólica celebrada en el Zócalo de la Ciudad de México.
Con este bastón recibido de un grupo de mujeres indígenas y afromexicanas, han reconocido y celebran tener, por vez primera, a una mujer como jefa de Estado, a quien ungieron como guía espiritual y autoridad política de los pueblos originarios.
En una ceremonia con sello feminista, con mujeres como principales protagonistas, Sheinbaum recibió el bastón de mando de manos de la presidenta municipal de Chalcatongo, Oaxaca, María de Lourdes Jiménez Liera, con el cual celebran que por primera vez tendrán a una mujer como jefa de Estado.
“Después de 200 años de existencia, por primera vez, una mujer recibe el honorable encargo de que una mujer llega a la Presidencia de México (…), estamos aquí con toda la fuerza de nuestra historia para saludarla y acompañarla con toda humildad en el caminar del cargo que ahora inicia, venimos a hacerle la entrega del Bastón de Mando, que representa el poder político y espiritual, así como lo más sagrado, es símbolo del poder comunal, con su simbolismo las autoridades gobernamos, obedeciendo y cumpliendo el mandato de nuestras asambleas y tomamos las decisiones de manera colectiva”, relató una mujer indígena.
Luego de que las líderes de los pueblos indígenas y afromexianos realizaron la ceremonia simbólica para la entrega del Bastón de Mando, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, dedicó unas palabras a Andrés Manuel López Obrador y aseguró que ella inicia el segundo piso de lam 4ta Transformación.
“El día de hoy, el segundo piso significa un paso más, por primera vez, no en 200 años, por lo menos, en 503 años, no había habido una mujer Presidenta de México y como siempre decimos, no llego sola, llegamos todas las mujeres de México, pido un poco de su paciencia, daré los 100 puntos”, expresa la Presidenta de México.
Fueron 113 mujeres que representan a comunidades indígenas y afromexicanas las que estuvieron en la tarima del Zócalo con la presidenta en la ceremonia de entrega del bastón de mando, y cinco de ellas, provenientes de los cuatro puntos cardinales del país y del centro, se encargaron de recibirla.
Luego, las chamanas Teresita de Jesús Ríos, mazateca de Huautla de Jiménez, Oaxaca, y Ernestina Ortiz, una otomí de Santiago Tianguistengo, Estado de México, hicieron una limpia con humo de copal, yerbas, velas y conjuros en náhuatl a la nueva presidenta, quien llevaba su vestido color hueso con bordados oaxaqueños y la banda tricolor y un collar de flores blancas.
“Tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo, eres la voz de nuestros pueblos con dignidad, eres la esperanza que nosotros teníamos”, le dijo Ernestina, quien la llamo “hermanita” y le deseó que los elementos sagrados la acompañen.
Después pidió a los presentes levantar las manos hacia el oriente, por donde sale el Sol, incluida Claudia, quien alzó la mano derecha hacia el Palacio Nacional. Después se dio la vuelta y alzó las dos manos hacia el poniente, hacia el sur y hacia el norte.
Ernestina invocó a los espíritus de sus ancestros que le den la resistencia a la nueva presidenta y la fortaleza para que gobierne “con amor, con compromiso, con entereza y con humidad al pueblo de México”.
Luego de la ceremonia simbólica para la entrega del Bastón de Mando, Claudia Sheinbaum dedicó unas palabras a Andrés Manuel López Obrador y aseguró que ella inicia el segundo piso de la 4T.
“El día de hoy, el segundo piso significa un paso más, por primera vez, no en 200 años, por lo menos, en 503 años, no había habido una mujer Presidenta de México y como siempre decimos, no llego sola, llegamos todas las mujeres de México, pido un poco de su paciencia, daré los 100 puntos”, expresa la Presidenta de México.
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