A los 104 años de edad muere abuelita de Thalía y Laura Zapata se trata de Doña Eva Mange quien viera la primera luz hace más de un siglo en una casa de la Colonia El Esterito, en el municipio de La Paz, Baja California Sur.
Fue la propia Laura Zapata la que informó el suceso a través de su cuenta de Twitter. En la red social posteó: “Ya voló mi amada abuela, Eva, buen viaje de regreso a la casa del Señor, te amo y celebro tu nueva vida”.
Ya voló mi amada abuela ?Eva?buen viaje de regreso a la casa del Señor, te amo y celebro tu nueva vida…?????? pic.twitter.com/Vxl5wgbEZH
— Laura Zapata (@LAURAZAPATAM) June 25, 2022
Thalia también se sumó a informar a sus seguidores, a través de Instagram, en un mensaje con una imagen con una cruz y que se puede leer: “Lamentamos el sensible fallecimiento de doña Eva Mange Márquez. Comunicamos oficialmente la sensible despedida de nuestra amada abuela, hoy 24 de junio de 2022”.
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Fuentes cercanas compartieron que doña Eva se encontraba en el hospital al momento de su fallecimiento, del que aún se desconoce el motivo.
En el post que también compartió Zapata, se puede leer un tributo muy sentido de parte de toda la familia: “Hasta siempre amada abuela. Gracias por todo. Gracias por tanto”. Thalia, además, subió la imagen de una paloma blanca al vuelo, así como un corazón roto.
Nació en La Paz en 1918
Doña Eva nació el 21 de enero de 1918 en La Paz, Baja California Sur, vivía en el popular barrio El Esterito. Se sabe que toda su juventud la pasó en la capital del estado; incluso se casó en ese puerto, donde nació su hija Yolanda Miranda Mange, mamá de Thalia y sus hermanas, en 1935.
Durante varias décadas, la vida de Mange transcurrió con tranquilidad, pero cuando su hija se casó en segundas nupcias con el doctor Ernesto Sodi Pallares, se quedó a cargo de su nieta mayor, Laura Zapata, hija del empresario y deportista Guillermo Zapata Pérez.
En sus últimos años, Mange vivió en un asilo en Interlomas, en CDMX, y pese a estar ubicado en una de los zonas más exclusivas de la ciudad, recibió mala atención. En febrero de 2021, Laura descubrió el deterioro en la salud de su abuelita , a quien se le diagnosticó un derrame pleural.
Además de nueve úlceras en la piel conocidas como escaras decúbito, que se le presentaron por los malos cuidados que recibía en el asilo donde vivía. Una vez que doña Eva estuvo fuera del lugar, luchó por recuperarse de las heridas causadas por la negligencia del asilo. A fines de abril de 2021 tuvo que ingresar al hospital.
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